EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA BIOECONOMÍA

El calentamiento global y el cambio climático son, probablemente, los retos más importantes a los que se ha enfrentado la humanidad, no sólo por sus efectos sino porque somos nosotros la causa del problema. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad reconfigurar nuestra relación con la Tierra y asegurar un planeta saludable para las generaciones futuras.

El mayor desafío al que hemos enfrentado nunca es replantearnos nuestra relación con el planeta porque estamos agotando los recursos que la Naturaleza tan generosamente nos brinda. Necesitamos revertir lo que hemos estado haciendo durante los últimos dos siglos y asegurar un modelo saludable y sostenible para el futuro. Debemos desarrollar una “economía verde”, que se mantenga limpia y saludable a lo largo del tiempo, garantizando un suministro adecuando de productos sostenibles que satisfagan una demanda responsable. Hay tres elementos clave en esta aventura:

Una economía baja en carbono es aquella que reduce sus emisiones. Hemos estado contaminando la atmósfera excesivamente durante décadas y debemos detener esta tendencia. El chopo juega un doble papel en esta tarea ya que es, en sí mismo, una fuente limpia de energía (biomasa) y, además, almacena dióxido de carbono. Dicho esto, para ser más eficientes debemos utilizar la madera de forma inteligente, transformándola primero en productos y luego en energía una vez que el producto llega al fin de su vida útil. La única manera de almacenar el CO2 que absorbe el chopo es cosechándolo a la edad adecuada y transformándolo en productos como muebles, puertas, elementos constructivos y de envasado.

Una bioeconomía es aquella que enfatiza el uso de materiales renovables de origen biológico. Esto no implica que queramos prohibir el hormigón o las materias primas fósiles porque habrá situaciones en las cuales este tipo de producto será la única solución a un problema específico, sino más bien, adoptar el uso de recursos renovables siempre que sea posible. En términos de energía, el viento es una opción obvia que los marineros conocen desde siempre. En la construcción, la madera puede ser una alternativa muy eficiente frente al ladrillo o el hormigón. No solo es un material atractivo para interiores, sino que con recientes innovaciones también puede convertirse en un material clave en términos de estructuras. Es más ligero y tan resistente y sólido como sus competidores.
En tercer lugar, una economía circular es aquella que se centra en la reducción de los residuos contaminantes. Los plásticos son la amenaza más clara para el planeta… y para nosotros. En realidad, de lo que se trata no es de aprender algo nuevo sino de reaprender lo que ya hacíamos. ¿Recuerdas cuando usabas bolsas de tela para hacer la compra?, esas bolsas no contaminaban los mares y los océanos. El uso de productos derivados del chopo es una solución clave para reducir nuestra huella contaminante. Y su uso no implica deforestación siempre que los productos se obtengan de bosques o plantaciones gestionados de forma sostenible.